domingo, 9 de septiembre de 2012

A ELLOS ...


Si TODAS supiéramos lo que sienten, lo que sus mentes intentan poner en orden, y qué hay detrás de ellas…
A veces es sólo carga. ¡La gran mochila que lleva un Hombre a sus espaldas!

NOSOTRAS lloramos, nosotras pataleamos, nosotras tenemos orejas amigas.
ELLOS criados, por maña de la naturaleza, para ser fuertes, valientes, para soportar todo, para bancar lo que a veces, no pueden bancar; para ser sostén, soporte, ajuste y equilibrio.
NOSOTRAS nos sentimos abatidas, tristes, enojadas, idiotas, sensibles, felices y lo hacemos saber. Una hora y media al teléfono con una amiga mujer pueden ser los minutos más sanos para aliviar la idiotez, el enojo, la tristeza, la ansiedad o la euforia de una gran noticia. Incluso para aliviarles a ellos los propios oídos.
¿Con quién comparten ELLOS su Alma? LES “enseñaron” que no deben llorar, que no deben demostrar más de lo que el resto desea ver en ellos. LES dijeron que sin techo, sin economía de guerra o no guerra, que sin mujer y fortaleza, “no son Hombres”. Tal vez no pueden verse a sí mismos sin todo esto, manteniéndose “erguidos” como se supone que deben mantenerse ante la vida. La única vía de escape, es el mejor juego de escondidas – ese que solíamos jugar a los diez años. El que mejor lugar encontraba como escondite, tardaba más tiempo en ser encontrado. Y a veces ya todos estábamos “afuera” mientras el afortunado permanecía allí, sólo… el tiempo pasaba… ¿y nadie te encontraba? NOSOTRAS podíamos permanecer sentaditas en el mismo lugar, quizás imaginando que algún príncipe treparía para encontrarnos, o pensando en el próximo juego, o recordando tal vez la mejor canción que escuchamos ayer en el cumple de Juan… o con un par de piedritas ya formábamos un corazón en el suelo para disfrutar el Tiempo de Espera… no nos dábamos cuenta del tirano, ¡estábamos jugando! El escondite era el mejor, y esa era la idea: ¡que vinieran a encontrarnos! ELLOS no podían comprender cómo era posible que aquellos cinco minutos resultaran una eternidad, ¿estaban acaso en el lugar “del nabo que no es descubierto?”. Rendidos ya sus compañeros en la búsqueda, ELLOS salían corriendo y gritando a viva voz: “¡gané, gané! ¿No se dieron cuenta que estaba ahí… que faltaba yo? ¡Yo gané!”

Dos razas tan diferentes y tan necesarias. Incompletos para encontrarse y creer que así nos sentiremos completos. Ni más ni menos. La una para la otra. Necesitamos de ELLOS, y ELLOS de NOSOTRAS  ¿Por qué entonces “debemos” NOSOTRAS ser siempre comprendidas, cuidadas, respetadas, amadas, protegidas, seducidas, abrazadas, desde que nacemos hasta que morimos?  Nuestras vidas al aire libre sugieren esta manera de plantear la dinámica ante ELLOS  ¿Y Qué hay DE ELLOS? NOS cuesta tanto comprender a esta raza de mudos… rocas por fuera y tan indefensos por dentro.
No hablo de tu ex, ni de mi hermano, ni de tu viejo, ni de mi jefe, ni de tu esposo, ni del tío de tu vecina. Hablo de todos y de ninguno en particular. Hablo del hombre que te levanta la voz porque no encuentra otra forma – o no la supo nunca – de decirte “¡Me duele! ¡Me está doliendo el Alma!” (A vos y a mí, nos duele el útero y podemos hacérselo saber al mundo entero, al tuyo y al mío; podemos describir, gritar y hasta llorar ese dolor indescriptible). Hablo del Hombre que considera que una palmadita en la espalda, es un enorme gesto de cariño. Hablo del que llega a tu casa con una tremenda cara de traste después de un día entero de trabajo, pero tu día ha sido igual o peor, y “no das más” porque has estado yendo y viniendo, limpiando con una mano, organizando tu propio laburo para el día siguiente, mientras que tu otra mano estuvo cambiando pañales, con tu suegra al teléfono y emparchando los mil detalles de los cuales ellos no se enteran. Tu tarea y la mía podemos hacerlas nosotras – ¡ELLOS NO PODRÍAN de la misma forma - y cada día mejor. Sin embargo muchas veces nos resulta fácil agregarle las quejas, las lágrimas, el cansancio desmedido, dolores físicos anexos (ovarios, cabeza, piernas, uñas, articulaciones, arterias y pelos encarnados). Pero este Hombre se limita al silencio tal vez, a su cara de nada, porque sabe de su propio día sin decirlo, y conoce lo que encontrará al encontrarte.  Y en SU nivel de existencia, vivió un día igual y/o peor que el tuyo. Quizás primero ÉL necesita tu inmenso abrazo – ese que sólo nosotras podemos tender con nuestros brazos de Mujer – o darle minutos para que con un tirabuzón de buena marca – nada de usar los comprados en tiendas de segunda mano, no servirían de mucho en estos casos – le saques algún relato de lo que ha sido su día de Hombre, ese día donde debe cumplir, seguir rutinas y reglas, aguantar jefes, compañeros y presiones, ser el mejor para no perder ese trabajo, aportar más de sí mismo para diferenciarse del resto, lograr ascensos, negociar salario, recordar que tiene una familia a determinadas horas donde vos y yo los necesitamos; y vaya a saber la cantidad de otros “detalles”, esos parecidos los nuestros, que nosotras también sabemos que ellos ni se enteran.  A veces (no pretendo ni intento generalizar) no nos descuidan por no amarnos. Quizás está tan cansado como vos, pero “afuera” debe demostrar que no lo está. Vos me llamas a mí, y conmigo descargas tu furia, tu cansancio y tus mil lágrimas. Él no llamará a ningún otro ser de la misma especie para contarle esos detalles que vos y yo desconocemos. Quedan ADENTRO… si es que vos y yo no estamos dispuestas a usar el mejor sacacorchos que encontremos a mano. Y si no te quiere escuchar hoy, no te enfades. Es su manera, porque nació HOMBRE. No deja de amarte por esto, más bien te amará más aún mañana…

No quiero ni pensar lo que debe ser para estos seres, aguantar el DOLOR apretado adentro. Sea en un partido de futbol donde por seguir jugando o por no tirar lágrimas intentan seguir adelante. Sea ante la muerte o despedida de alguien que los definió en la vida. Sea ante la apariencia de tener que ser lo que todos pretendemos que sean. Sea ante un hijo que decide ser quien ÉL no esperaba que sea, o elige lo que desea y no lo que ÉL – Hombre Padre – deseaba para la vida de su hijo. Sea ante el rechazo de una mujer, o ante la infidelidad impensada (“Ellos sí, ¿vos y yo?: ¡No!”). Sea ante el profundo amor que esconde un “Te Extraño…”, porque a veces, no pueden abiertamente decir “Te Amo…”. Sea ante el amigo que no llama ni aparece, pero que luego perdona en silencio antes del próximo asado del viernes por la noche. Sea ante el jefe que en vez de líder y maestro, a veces es el reverendo zarpado que juega a ser jefe (Yo, Mujer, puedo hasta tirar lágrimas en tu cara querido jefe, si la escena y mi rabia llegan a dominarme. Vos, Hombre, no podes… pero sentimos lo mismo, y hasta quizás, pensamos lo mismo también). Creo que prefiero mi dolor en el útero cada mes, y la bendición de tener amigas hermanas mujeres. Creo que prefiero mis puteadas internas y externas, mi voz cancina y mis oídos de hierro para seguir siendo oreja de sentimientos ajenos.
Vos y yo podemos sentir antes de darle forma a lo que sale hacia fuera. ¡Bendito el hombre que logra comprender esta esencia de nuestra raza, porque a ellos les será otorgado el reino de la paz!

No quisiera estar en tu corazón papá, hermano, esposo, novio, amante, amigo, vecino, tío, primo, conocido, sabiendo que en el Ser somos iguales, perfecta y naturalmente diseñados para SENTIR de la misma forma, pero yo cuento con la bendición de ser Mujer, mientras vos te quedas allí, tan sólo en tu rincón sin poder gritar, llorar, temblar de amor o de rabia, esperando que te encuentren para poder decir “¡piedra libre!”

Por mi Padre, por mis dos Hermanos y por quien me enseñó que con el profundo dolor de hombre se puede hacer alquimia. Por los HOMBRES que me han educado, acompañado, enseñado y aguantado en la Vida. Por los que han cedido, los que han estado presentes y ausentes, los que con un solo abrazo, un mensaje, un beso o su hombro ya me dieron demasiado. Y por los que al día de hoy acompañan con su silencio de Hombres.

A todos ustedes...

!GRACIAS POR SER TESORO INVALUABLE EN MI HERMOSA VIDA DE MUJER!

1 comentario:

  1. una vida MARAVILLOSAAAAAAA...q me acompaña en cada paso de la mia...te adoro HERMANA

    ResponderEliminar