lunes, 1 de octubre de 2012


Un sueño de verano

A veces me pregunto lo diferente que hubiera sido mi vida sin tan sólo hubiera sabido.  
Nos pasa a todos, ¿verdad? Si pudiéramos volver el tiempo atrás ¿qué cambiaríamos?
Siempre digo que si volviera a nacer me encantaría ser yo, y tener exactamente la Vida que tengo.  Pero cuando dejamos atrás el pasado y podemos mirar las vivencias, muchas veces pensamos: “¡error! Esto o aquello podria haber sido diferente”.  Más aún cuando nos hacemos concientes que la responsabilidad de lo que vivimos es mayoritariamente nuestra.  A veces por creer, por confiar, por darnos una nueva oportunidad, por realizar cambios significativos, por intentar algo nuevo, por acompañar a otros, por decir “sí”, por decir “no”, porque nos pareció la mejor idea en ese instante de nuestro andar.

Hoy que ya anduve un largo trecho más, que pude mirar hacia atrás para ver lo que era – para mí – imposible de Ver, puedo afirmar que mi responsabilidad fue muy significativa, y que podría haberme hecho más responsable aún, con sólo asumir que “eso” era un gran error.  Porque mi Alma sabía que lo era. Sólo había que mirar un poquito más, sólo había que responder, sólo había que dialogar, sólo había que elegir por uno mismo, y no por los caprichos ajenos. Era cuestión de mirarse a uno mismo dentro de la peli, esa que menciono siempre, donde somos ¿actores principales o secundarios?
Yo era una GRAN actriz secundaria, creyéndome protagonista de algo ficticio.  Sin nombre, sin un lugar preciso, sin objetivos claros dentro del guión.  Pienso que fue algo así: me hicieron creer que era protagonista, me lo tomé en serio, y me fueron ubicando en diferentes escenas como actriz secundaria, y como no podía ver a los actores principales – me pregunto si alguna vez existieron realmente -, me creí el cuento del director.  
Salió bien, porque la Vida te da señales… te va marcando hacia donde ir, dónde está tu lugar, dónde podes volver a encontrar lo perdido, si es que lo hemos perdido… Yo sí lo perdí.  Dejé mi Alma. Dejé mi andar particular.  Dejé tanto de mí en esa peli, que por eso le dí trascendencia.  Porque estaba feliz al hacerlo, y eso es lo que más rescato.  Fue un buen engaño.  Tuvo una dicha que sólo yo la conozco.  Aprendí en ese rol más de lo que había aprendido en años, y aún hoy, recuerdo con sonrisas y agradecimiento, más que con arrepentimiento.  ¿Volvería a cambiar las escenas?  No.  No las cambiaría.  Lo que sí modificaría y lo tengo claro para el próximo corto, es que no hace falta dejar tu Alma ni prestársela a nadie para tener éxito en la Vida.  Todo lo contrario… el éxito está en no separarse de uno mismo, sea cual sea la elección.  

Si tan sólo hubiera confiado en mi intuición…
Si tan sólo hubiera jugado con mis cartas…
Si tan sólo me hubiera escuchado más a mi misma…
Si tan sólo hubiera seguido en mi camino y no en el tuyo…
Si tan sólo hubiera aceptado que era sólo eso… un sueño de un verano

No hay comentarios:

Publicar un comentario