sábado, 29 de septiembre de 2012

LA PELI DE TU VIDA...

¿Te has preguntado alguna vez si eres protagonista de tu propia vida? 
Muchas veces vivimos experiencias, vivencias en donde pareciéramos ser actores secundarios.  Hace poco le decía a un amigo: "Desde afuera, parece que estuvieras viviendo una película que no es tuya, que no te pertenece". 
Para poder observar lo propio primero, deberíamos situarnos fuera de cada escena, como si fuéramos el camarógrafo que registra.  Cada tanto me enfurezco con el guionista de mi vida - sin dudas cuando creo que las cosas "van mal" o "no tan bien" como yo desearía - aunque que la mayoría de las veces puedo aplaudir el guión.  Creo que sucede porque me gusta ser protagonista de mi vida y mis elecciones.  Si estoy siendo actriz secundaria, me doy cuenta por esa razón... "¿qué le pasa al guionista?".  En cuanto vuelvo al papel principal, regresa el agradecimiento a todos, incluyendo actores secundarios o de reparto, ¡incluso a los invitados! 
Cuando somos PROTAGONISTAS, nos hacemos responsables y partícipes de cada escena.  No nos levantamos del set con un portazo porque aparece la tristeza, el dolor, el miedo, la despedida, la enfermedad, la miseria o la desilusión.  El actor representa su guión, lo siente y lo vive arriba del escenario, tras las cámaras o ante un público en vivo, día tras día en cada función.  En la vida no hay cortes.  Las escenas hilan segundo a segundo.  A veces no hay aplausos ni críticas.  A veces sólo silencio.  Y otras tantas podemos recibir adulación o crítica sin equilibrio.  
A veces nos queremos deshacer de nuestro rol, y nos ubicamos a nosotros mismos en segundo plano, como si algo o alguien externo pasara a ocupar nuestro papel principal.  ¿Quizás para no "hacernos cargo"?  Otras veces, los personajes que dejamos entrar en escena simulan ser parte de otra película.  No "encajan" con nuestra historia de Vida, con nuestros deseos más íntimos, con nuestros sueños, con el Destino Personal.  Lógicamente, por más que el guión sea perfecto, los resultados del rodaje no serán tan óptimos como el director propone.
Si cada individuo tiene un guión, si existe un director que orquesta los aciertos y las desavenencias para que la obra sea buena, cada escenografía, vestuario, postura, actores, entorno, paisaje y características de cada escena deberían estar acorde al guión, y al personaje principal de la historia.

Tu historia de vida es tuya.  Es única y no se compara con la mía.  Puede haber similitudes, a veces andamos y crecemos juntos, pero absolutamente NADIE más que vos, puede ubicarte en tu rol, si no lo haces vos primero.  Tu árbol genealógico no se repite, tus emociones, tu mente, tu físico, tu Alma, son solo tuyas.  
A mí este detalle precioso de la naturaleza me parece un MILAGRO.  Con mayúsculas.
Se me pasaron varios minutos de Vida en los cuales sin darme cuenta, me moví a un papel secundario. Y esas escenas, no vuelven más. 
Te propongo ser consciente de la importancia de ser Protagonista a cada instante, en cada segundo de tu Vida.  El guionista de tu Vida, sabe lo que escribe.  Sabe adonde vas, cómo y por qué.  Le daremos una mano si nos alineamos a su guión, ese que sólo TE pertenece, que sólo ME pertenece...





No hay comentarios:

Publicar un comentario